No puedo evitar sólo llegar a hacer el “Tour del Padrino”, pues estoy enamorado hasta las trancas de la creación de Cópola.
A continuación, Lucía y yo alquilamos una moto. Ella conducía y yo le metía mano. Acudimos los dos primeros días a varias fiestas de los pueblos sicilianos: Pura poesía. Y Lucía y yo nos encontramos en una tormenta de placer en el cuarto de los instrumentos, al lado del trombón.
Un crucero a Favignana. Y una excursión nocturna a Estrómboli, fueron algunas de las actividades de la primera semana.
En Favignana, gracias a Lucía, comprendí que el sexo oral es lo más semejante al cielo en la tierra.
Aquella felación fue el aperitivo de la excursión al atardecer por el Valle de los Templos.
Y para concluir la semana y el viaje, finalizamos el día en el pico más alto de Sicilia: El Etna, donde acudimos a varias catas de vinos en bodegas locales.
leopoldo
Añadir comentario
Comentarios