Pues sí, queridos lectores, leopoldo, tras una ardua tarea de documentación, va a viajar por todo el planeta Tierra con la única compañía de su mochila y la literatura como combustible. La duración del viaje será indefinida, pues estoy absolutamente abierto a permanecer por tiempo indefinido en aquellos países en los que mi alma dicta que debo permanecer más tiempo. Los numerosos viajes que realicé en mi juventud servirán de referencia. Repetiré muchos de ellos. Con la salvación de que a mis casi sesenta años las comodidades serán más.
India, Nepal, Marruecos, Turquía y México serán sin duda nuevos destinos repetidos.
Lo fundamental: Conseguir el dinero necesario.
Lo espiritualmente idóneo sería conseguir el parné de la venta de mis libros. Pero si es así, es posible que no pase de Cuenca.
Por lo cual estoy casi decidido a imaginar literariamente estos viajes. Sobre todo, teniendo en cuenta que tengo una minusvalía que pudiera hacer que esta excursión se convierta en una pesadilla.
Viajaría, no en solitario, como solía hacer, para integrarme en el tejido social local, sino acompañado por mi poesía, que nunca me ha fallado. Y que nunca me fallará.
Lore acabó de cerrar definitivamente con Javi el tema de mi herencia. Con una vuelta atrás con matices necesarios:
Le dejo todo a Julia, con el usufructo de 1.500 euros mensuales para mí.
Maravilloso parné con el que voy a llevar a la recién operada a cenar de puta madre a un sitio chulo y barato (lo siento, pero ya soy pobre otra vez). Habla con Julia a ver si te invita.
leopoldo
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