Base de cocaína consume entre porro y porro. Está enganchadísimo y no es de fiar. Aún así esta mañana le pagué 20 euros, para que me diese “una parte” de hachís formidable que había traído el día anterior.
Con el dinero en la mano desapareció y dio vueltas compulsivas por el barrio. “Lo llamo pero no me coge”, dijo refiriéndose al camello.
Desde un primer momento me di cuenta de que me estaba tangando. “No te preocupes, cuando llegue te lo llevo al comedor. Por cierto, déjame cinco euros que me faltan para un rollo que tengo pendiente”. “No”, le dije. Ni qué decir tiene que no me llevó nada al comedor. “Este Fernando no es de fiar”, me dijo Luis. “Además, está enganchadísimo a la base de coca”, repliqué.
Mi verdadero problema está en que me doy perfecta cuenta de que me tanga y aún así le pillo. ¿Es masoquismo o integración con el colectivo expresos? Mañana alegará cualquier tontería para justificar su inoperancia.
El asunto es que ya me debe cuarenta euros, además de otras deudas pendientes que ya he olvidado. Pues como consecuencia de mi traumatismo craneal tengo la memoria reciente jodida y él lo sabe.
leopoldo
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