—Pues sí —me decía Dani—, Jessi tiene autismo, en grado bajo, e hiperactividad. En cuanto tenga trabajo, la pongo a currar conmigo, que me lleve las facturas, recibos y demás papeleo... Es una mañaca con el ordenador.
El próximo lunes tenemos cita con mi querido Patxi en Senvalos a ver si le consigue un curro de albañil o fontanero.
Y Luis, el casi invidente, tras la charla que yo interpreté como una demanda de ayuda, vino hoy al comedor social y me dijo: Te he hecho caso y la semana que viene tengo cita en la ONCE.
Discapacidades, marginalidad, LO MEJOR DE CADA CASA.
leopoldo
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