Comenzó el culebrón cuando la policía nacional me cacheó frente al comedor social y me robó dos chinas de hachís que tenía en el monedero.
Me pidieron/exigieron mi DNI y llamaron a la centralita para comprobar si tenía antecedentes o causas pendientes. A los pocos días llegaría la multa a casa (300,50 euros). Creo que la pagué valiéndome de mi idolatrada Cris.
Pero no debió de ser así porque la multa llegó de nuevo de manos de un policía municipal la semana pasada a casa.
Llamé a mi íntimo amigo Pachi y le dije que creía que una multa me la querían cobrar dos veces. Y él me dijo que esos errores eran bastante frecuentes, y que él me ayudaría con la reclamación.
Pero entonces fui al Bankinter y desde allí la multa no había sido pagada. Con lo cual deduje que efectivamente la multa no había sido abonada. Y le pedí a Cris que la pagase a primeros de mes.
Pero Hicham no estuvo de acuerdo, pues alegó que teníamos poco dinero en el banco y siempre llegaban facturas de última hora, con lo cual no habría dinero suficiente para pagar su nómina. Y que no me preocupase, pues estábamos a tiempo de retrasar el pago del hachazo y que, si hacía falta, él se haría cargo de pagar con su dinero. Así es que llamé de nuevo a mi querida Cris y le dije que retrasase el pago.
En duermevela se me aparecía el policía municipal con la tercera multa, que esta vez ascendía a 600,100 euros, el doble por no pagar a tiempo. Me fumé un porro para relajarme.
leopoldo
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