Estuvo todo perfectamente calculado. leopoldo apareció en Doctor Royo-Villanova el domingo, a las 12:00, hora en la que Vicky salía a pasear con su perro, Chenco, por los espacios verdes próximos a su casa madrileña.
Enriquito, por eso de que es cojo, se quedó en casa leyendo, peleándose con su visión disfuncional.
La súbita y no anunciada aparición de leopoldo sublevó a Enriquito hasta el extremo. Pero Vicky le ofreció al menor de los Panero una sonrisa amorosa y lasciva.
En el ascensor, Azulita informó a leopoldo sobre los canes del lugar y le resumió —durante los siete pisos— el alma de sus propietarias.
Entonces leopoldo, que no paraba de recitar a Gil de Biedma, le dijo:
«Sé que os debería haber avisado de mi visita, pero…
Tenía una necesidad espiritual urgente,
y si no la cumplía, mi vida dejaba de tener sentido.
Necesitaba decirte que te quiero».
leopoldo
Añadir comentario
Comentarios