Hace una semana publicaron el menú de Navidad en el comedor social.
Lo leí compulsivamente, diez o doce veces.
Y cuando, en la fila para entrar al comedor, me preguntaron: “¿Sabes qué hay de comida en Navidad?”, pensé fugazmente en explicarles lo del deterioro neuronal derivado del TCE, pero lo descarté enseguida.
El caso es que me era imposible recordar lo que acababa de leer hacía apenas diez minutos.
Sin embargo, esos lacitos celestes que llevan las Pérez en las bragas se me aparecen en cada una de las improvisadas parejas femeninas. (Lo digo porque también hay parejas masculinas).
leopoldo
Añadir comentario
Comentarios