La cándida editora Lore y el escritor leopoldo decidieron irse en noviembre (más fresco y menos turistas) a Palermo, donde alquilaron un coche y permanecieron quince días.
“Te ayudamos a hacer una luna de miel al año durante los próximos cinco años”, rezaba la guía turística que tanto nos cautivó.
Playas paradisíacas, paisajes impresionantes, historia fascinante y gastronomía excepcional conforman la isla que tiene como antesala el aeropuerto de Palermo.
En la citada, leopoldo y Lore disfrutaron sin igual de las 300 iglesias barrocas. Así como de Céfalo, pueblo con un casco histórico y playas dionisiacas. Taormina, con su teatro griego y su gastronomía siciliana. Así como la Riserva dello Zíngaro, con su naturaleza, mar y calitas. Y las Islas Egeas, con su mar relajante. Dieron paso a Agrimento y el Valle de los templos dóricos griegos mejores conservados del mundo. Historia, cultura siciliana y rincones bonitos.
Asimismo, fueron Lore y leopoldo a los pueblos del Valle de Noto, con sus tesoros de arte barroco. Y a Regusa, con sus iglesias, palacios y calles de piedra dorada.
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Catania y el volcán del Etna fueron sus siguientes destinos. Con visitas a la Piazza del Duomo, la Catedral de Santa Ágata y el mercado de pescados. La vida nocturna y la gastronomía (con pasta, allá, Norma y Arancini) sirvieron de relax, siempre bajo la sombra del Etna, el volcán activo más alto de Europa.
Para concluir el recorrido, Siracusa, con el casco antiguo de Ortigia y el Parque Arqueológico de Neapolis. Lore disfrutó sin igual en las Islas Eolias de los baños de lodo de Vulcano; de Lipari, la isla más animada. Y del volcán activo Estrómboli. Así como del lujo y la tranquilidad de Panarea. Y de Salina, con su naturaleza y vino de Malvasía.
Fue el primero de los innumerables viajes que realizaría la pareja de creadores literarios.
leopoldo
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