Insertada la chapa. Estamos en una vía de séptimo grado en el Annapurna.
Yo tiro primero. Y tras de mí, escala David.
Ya solo queda un tramo con bastante hielo y un desplome.
Saco los piojos y los clavos en el hielo. Los crampones me permiten un ascenso que me facilita por momentos disfrutar de un patio soberbio.
Hay que hacer una última reunión con David, quien llega agotada a la misma.
“Qué patio, colega”, exclama.
Y mi colega me propone tirar el de primer en el último tramo. Accedo.
David cose la vía final con absoluta eficiencia.
Hacemos cumbre. Y entonces sí… Saboreo la vía ascendida.
El Annapurna es un macizo montañoso situado en el centro de la cordillera del Himalaya, con una altitud de 8091 metros. Siendo la montaña más alta de la Tierra. Y la más difícil de escalar junto con el K2 y el Nanga Parbat.
leopoldo
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