Hace un año era socio de seis ONGs, pero dado el caso de que no llegaba a fin de mes decidí borrarme de ellas. Pero hoy un tipo encantador me llamó por teléfono y me dijo que era de Médicos sin Fronteras y que muchas gracias por la ayuda que les había prestado. Acto seguido me narró toda una serie de penurias: Mutilados, desnutridos, fallecidos etc., a la que gracias a personas como yo su ONG podía prestarles ayuda. Ciertamente me conmovió y accedí a la ayuda de diez euros mensuales -que de inmediato me pidió si podías ser doce o trece-. No, mejor diez, le dije al trilero.
Colgamos y casi de inmediato ya me había arrepentido. Eran como mi amigo expresidiario Fer, que te cautiva con mirada y palabras. Y que siempre consigue sacarte algo.
Llamé a Médicos sin Fronteras para darme de baja definitivamente. Y me salió un contestador. Osea era imposible dar marcha atrás.
Antes de despedirse la Madre Teresa de Calcuta me pidió que avisase a mi banco que volviesen a dar de alta el pago. Y yo ciertamente llamaré al Bankinter pero para decirles que devuelvan todos los recibos.
leopoldo
Añadir comentario
Comentarios