Era biólogo, juventud y empatía. Organizaba excursiones a las que íbamos desde Madrid a menesteres tan chachi como ir a cazar mochuelos, que luego marcábamos y retornábamos a la libertad. Rezaba a todas horas.
Dormíamos en pandilla casi siempre en tiendas de campaña y en sacos de dormir. Yo era un niño al que resultaba violento rezar tanto.
Y pasaron veinte años.
"Un biólogo del Opus Dei es arrestado por cometer actos de zoofilia con mochuelos", rezaba el titular del ABC. Sí. Cervigón aparcó las oraciones para dar rienda suelta a sus apetencias sexuales. Los padres de los menores católicos estaban escandalizados. Yo (leopoldo) congenié con él según comenzó a aparcar las oraciones. Y después de un padre nuestro se la chupé a conciencia. Fue sensual y calentito.
Iba también a las excursiones mi hermano Javierito, quien, escandalizado por mi comportamiento, me dejó de hablar.
Cervigón, un día en que celebraban un cumpleaños con sangría, le confesó al padre Luis su desviación conmigo. Lo expulsaron. Pero... Para celebrar que ya llevábamos veinticinco años juntos, Cervigón me propuso un coito anal. Que yo acepté encantado. A partir de ese día comencé a escribir.
leopoldo
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