Está llegando el electricista para arreglarme un hornillo de la vitro que no funciona. Justo cuando me he peleado con mi editora porque no consigo poner en marcha un programa en el PC para mandarle a mis contactos por WhatsApp todos mis relatos con una pestaña que recoge sus comentarios al respecto. El seguro me va a mandar al electricista y a continuación me van a arreglar el grifo de la ducha, que se le quedó a Hicham en la mano y una puerta y un cajón de la cocina que se han roto.
El caso es que mi querida Cris está enferma y no me puede ayudar con el PC. Lo he intentado yo solo y he fracasado.
Y ahora, con el estrés resultante, me ha llamado el electricista del seguro que viene de camino a casa. Y yo no sé si sabrá arreglarlo o bien, al ser una avería de la vitro, no podrá hacer nada.
En fin, que tengo un estrés de la hostia.
leopoldo
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