... Y TÚ ME SALVAS.
Gamoneda también dice: —Acerqué mis labios a tus manos y tu piel tenía la suavidad de los sueños.
Algo semejante a la eternidad rozó un instante mis labios.
—¡Ay, Lore, cuánto te debo!
PDTA: Sé que esta mañana ya he escrito dos veces. Pero sabrás perdonarme porque estoy aprendiendo el nuevo sistema de edición.
leopoldo
Añadir comentario
Comentarios