Conseguí que Patxi hablase con Dani; albañil, fontanero y electricista, al que le está buscando trabajo gracias a la red Integra. Y como consecuencia de esa llamada Dani rebajó su estrés hasta límites soportables.
Hoy he prescindido del porro del aperitivo con los chalvales del barrio del Ventorrillo, con objero de evitar que la policía municipal me siga bombardeando con multas por posesión de sustancias estupefacientes.
Y ahora estoy en casa viendo Noticias 24 horas, fumando hachís, tomando un café inmenso y esperando a Abderrahman, a quien le voy a dar clases de español y a ayudar a disminuir su desasosiego por la reciente separación de su pareja, que le ha dejado en la puta calle. A continuación, vendrá Ousamma, hermano de Hicham, a quien también doy clases de español. Se ha apuntado en la Escuela de Idiomas y yo le daré clases de apoyo.
He conseguido dejar la narrativa charcutera, que no saben ustedes cómo me relajaba. Pero a mi editora no le gustaba y no se hable más.
Con los inicios de septiembre he retomado mi trabajo en la herencia paterna, con una llamada de mi hija, Julia, quien me ha pedido que tengamos informados tanto a ella como a su abogado Venancio de la futura reunión que tengo con Javierito y con su abogado, Manuel Sartal, para tratar temas fiscales en Pontevedra. Y a la que acudiré gracias a mi amigo Jose-el-taxista que me llevará gracias al apoquine que realizará mi hermano mayor. Ya que yo estoy, para variar, en la puta ruina.
leopoldo
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