Yo vestiré chilaba.
Viviré en Chefchauen -Marruecos-. Y hoy estoy muy contento, porque cuando acaben mis clases comeré CusCus.
Imparto clases de español, árabe, inglés y portugués, sobre todo a niños. Pero también tengo varios ancianos y mujeres.
El rabino me dice que deje de hablarles del feminismo, pues eso en el islam no tiene cabida. La imbraha (mujer) en el islam está respetada coma persona y como madre. Y, es cierto, que en los tiempos modernos puede trabajar, pero siempre y cuando ello no le lleve por senderos pecaminosos.
Mi mujer se llama Salma. Y también es profesora.
Salma quiere mucho a su madre, quien desde que falleció su marido vive con nosotros. Nos ayuda mucho en las tareas domésticas, lo cual nos permite volcarnos totalmente en la enseñanza.
Todos los años vienen a verme mis dos hermanos, quienes disfrutan sobre manera del pueblo magrebí. Pero, especialmente, de verme tan feliz.
leopoldo
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