leopoldo estudió medicina en Pamplona, pero su empresa fué abortada por el Bellocino, quien tras saber por su hijo, que consumía, ocasionalmente, Centraminas para estudiar, desempolvó un informe médico del doctor Kornes en el que dictaminaba que el menor de los Panero tenía tendencia a la toxicomanía. Punto que fue su primera gran mentira, pues leopoldo se limitaba a consumir hachís.
Este bulo, exagerado y distorsionado por el Bello, trajo como consecuencia que leopoldo ingresara en la planta de Salud Mental de la Clínica Univeritaria de Pamplona por quince días y que pusiese fin a su carrera de Medicina. Un delito a todas luces, semejante al que le llevó a vivir tres meses en la Clínica del doctor Arrojo de Santiago.
La clave del asunto estriba en el hecho de que leopoldo quería ser psiquiatra para cuidar a su madre. Y por lo tanto, resultaba molesto para el Bello, que era el verdadero culpable -pues tenía antecedentes psiquiátricos- de las supuestas enfermedades psiquiátricas, tanto de su Paca como la de su hijo leopoldo. Reseñemos aquí el detalle de que el Bello se había liado con su secretaria.
Muy humano él, el Bello le pidió a los médicos de Pamplona que cambiasen de habitación a leopoldo: Cuya patología no fue sino, ataques de angustia y crisis de ansiedad, como consecuencia sin más de vivir en un manicomio; pues desde su habitación se veía la clase en la que cursaba el primer año de Medicina.
Aquí se acabó la carrera de leopoldo, quien con los años se haría periodista y encajaría a bolillo el flagrante delito de su padre.
leopoldo
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