leopoldo llegó a Tel Aviv y asistió a varios ataques de los huties, para trasladarse a continuación a Gaza con un chofer que no paraba de fumar porros para aminorar el pánico. En la capital israelita fue a todos los hospitales donde ayudado por su contacto, Abderramahan, realizó una crónica social de ambiente, que vendería al diario El País.
Fue al Hospital Ichiolv y al Centro Médico Sheba, donde realizó su trabajo frente a los ocasionales bombardeos en las instalaciones subterráneas en las que se resguardaban médicos y pacientes. También estuvo en el principal hospital del sur de Israel: Saroka donde sufrió el ataque de la planta de Cirugía. Siempre se movió en zonas protegidas.
También asistió a los bombardeados hospitales de Haita, Tel Aviv y Petach Tikua. Tan solo alcanzados en contadas ocasiones gracias a la protección del escudo defensivo israelita. Aún así, en estos últimos hubo 271 heridos, seis de ellos graves.
Estos ataques eran la contestación de los ataques de Israel contra Irán de la semana anterior. Que provocaron una media diaria de 30 misiles contra Israel.
Sufrió el fuego enemigo el consulado iraní en Damasco.
Y dos generales judíos fallecieron.
“Quien daña a Israel será también dañado”, afirmó Netayau.
Finalmente completó su crónica sanitaria leopoldo en Gaza, donde solo un hospital permanecía abierto. Con una absoluta carencia de personal médico y medicinas.
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