Hablé esta mañana con el hospital de Ana, ¿sabes con quién? Al principio no caí. Era como un moro. Gesticulaba mucho. Y se reía.
Fue un poco violento cuando vino hacia mí todo cariño.
Luego caí: Es el psiquiatra de familia: El doctor Kornes. Me preguntó por vosotros muy cariñoso. Y luego, con un eterno aspaviento, tras varias frases inconexas, me dijo que quería que hablase por su móvil con un amigo. Extrañadísimo le cogí el móvil. Y tuve una conversación fútil y correcta con su amigo.
El doctor Kornes estaba claramente desequilibrado. Me habló de los padres.
El bigotazo ya sabéis que se lo afeitó y por qué.
Estaba claro que había sufrido una especie de contagio con sus pacientes.
Pero se alegró mucho de verme.
Estaba en calidad de paciente, en la sección de Neurología. Si hubiese sido en el Departamento de Salud Mental, se comprendería todo mucho mejor.
leopoldo
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